Descubre la importancia de cuidar tu flora intestinal y cómo hacerlo mediante la alimentación y los complementos con probióticos y prebióticos
¿Qué es la flora intestinal?
La microbiota intestinal es adquirida por cada individuo a partir del nacimiento, mediante el canal del parto, la lactancia materna y el contacto con el medio ambiente, y va evolucionando a lo largo de la vida. Está compuesta por una gran variedad de bacterias que desempeñan diferentes funciones, pero que se ven alteradas por nuestra forma de alimentarnos, factores ambientales, consumo de antibióticos, alteraciones en el tracto gastrointestinal o en el sistema inmunitario etc. Las bacterias de la microflora resultan fundamentales para la digestión y el metabolismo de los alimentos. Además, protegen nuestra mucosa intestinal de agentes patógenos, interviniendo de forma directa en la defensa inmunitaria.
Diferencia entre flora positiva y flora negativa.
Coloquialmente llamamos flora positiva a la formada por microorganismo que resultan beneficios para nuestro intestino, como los famosos lactobacillus y bifidobacterium. Son bacterias benignas y necesarias para la digestión (fermentación) de los alimentos. Constituyen al menos un 85 % - 90 % de la microbiota en personas sanas.
Por otro lado, flora negativa es aquella formada por bacterias patógenas (estreptococos, estafilococos, enterobacterias etc.) que favorecen los procesos de putrefacción y generan efectos negativos en la salud del huésped: diarreas, flatulencias, estreñimiento, digestiones pesadas etc.
Diferencia entre prebiótico y probiótico.
Los probióticos son microorganismos vivos que ingeridos mediante alimentos o suplementos dietéticos, en cantidades adecuadas, provocan efectos beneficios sobre la flora y la salud del huésped. Son lactobacillus y bifidobacterias presentes en alimentos como los lácteos o las algas. Actualmente, la forma más sencilla de consumirlos es en forma de suplemento dietético, con la dosis de microorganismos perfectamente ajustada. Además, la cápsula del suplemento protege las bacterias del pH ácido del estómago y permite que lleguen al intestino, donde deben colonizar para mejorar la flora intestinal.
Los prebióticos son un tipo de fibra no digerible por el intestino humano (fructooligosacáridos, insulina etc.) que resulta beneficiosa para el crecimiento de la flora bacteriana positiva. Fermentan en el intestino y sirven de alimento para estas bacterias. Se encuentran de forma natural en las verduras, las frutas y las legumbres, pero también pueden añadirse a suplementos dietéticos.
Importancia de una flora intestinal saludable.
Una salud intestinal óptima es fundamental para mantener un buen estado de salud general. Algunas funciones relevantes de nuestra flora son:
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Parte fundamental de nuestro sistema inmunitario: una flora intestinal saludable refuerza nuestro sistema de defensas y nos protege frente a bacterias negativas y enfermedades.
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Digestión, absorción y metabolismo de alimentos y nutrientes.
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Producción de vitaminas del grupo B, vitamina K y aminoácidos no esenciales.
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Absorción de minerales como calcio, magnesio o hierro.
¿Cómo cuidar nuestra flora a través de la alimentación?
Estos algunos alimentos que cuidan nuestra flora:
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Los lácteos como el yogur o el kéfir, ricos en probióticos, nos ayudarán a mantener una flora saludable. Es recomendable consumir al menos un lácteo de este tipo al día, ya que el número de bacterias que llegan al intestino se ve reducido por el pH del estómago.
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Frutas y verduras ricas en prebióticos, como alcachofas, espinacas, crucíferas, espárragos, cebolla, ciruelas, plátanos, uvas, etc.
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Las legumbres y cereales integrales, que son ricos en fibra.
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Aceite de oliva virgen y frutos secos naturales para una correcta ingesta de ácidos grasos omega 3, por su acción antiinflamatoria.
- Es recomendable beber abundante agua para mantener una buena hidratación de la mucosa intestinal.