La leche materna es un alimento indispensable en los primeros meses de vida del bebé. Conoce todos sus beneficios.
La lactancia materna es la forma idónea de proporcionar a nuestro bebé el aporte nutricional e inmunológico necesario para su correcto desarrollo. Hoy queremos destacar, coincidiendo con la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se celebra hasta el próximo 7 de agosto, los beneficios de ésta.
¿Por qué se recomienda la lactancia materna?
La leche materna tiene un alto contenido de grasa, sobre todo si la comparamos con la mayor parte de los alimentos complementarios. Además, es una importante fuente de energía y de ácidos grasos esenciales. Compuesta en un 88 % por agua, su carga renal de solutos es inferior a cualquier otro alimento, lo que permite que el riñón funcione adecuadamente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y, después, su refuerzo con diferentes alimentos complementarios, al menos, hasta los dos años. Este periodo de tiempo es vital para el crecimiento y desarrollo del lactante.
Proporciona nutrientes y anticuerpos
La lactancia materna proporciona la cantidad adecuada de nutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas, etc) y contiene inmunoglobulinas que refuerzan el sistema inmunológico del lactante haciéndolo más fuerte frente a las infecciones.
Los lactantes también tienden a sufrir menos alergias porque se exponen a un número inferior de alérgenos al alimentarse de la leche de su progenitora y no de fuentes externas.
La leche materna disminuye, además, el riesgo de desarrollo de obesidad, reduce la posibilidad de sufrir infecciones, molestias digestivas e intestinales y favorece el correcto desarrollo de los dientes y la mandíbula.
Clave desde el primer día de vida del bebé
Según un estudio, con la lactancia materna desde el primer día de vida es posible evitar las muertes súbitas en los neonatos. Por lo tanto, la promoción de su iniciación temprana es clave para la supervivencia del bebé, sobre todo, en los países menos desarrollados.
Lazo afectivo
El recién nacido pone en marcha desde el primer momento su instinto de supervivencia y para ello es fundamental la ayuda de los padres. El establecimiento del vínculo con el bebé, con la ayuda de la lactancia materna (instinto de succión) y con la satisfacción de su necesidad de contacto ayuda a su desarrollo y favorece el lazo afectivo. En todo este proceso participa la oxitocina como neurotransmisor.
Beneficios también para la madre
La lactancia contribuye a que el útero se contraiga de forma más rápida, reduciendo la posibilidad de sufrir una hemorragia tras el parto. Además, como la energía que se utiliza para producir la leche proviene de la grasa acumulada, facilita la pérdida del peso que la madre ha ido ganando durante la gestación. Se ha demostrado también el efecto protector en la madre de la lactancia materna en diferentes tipos de cánceres como el de mama y ovario.
Ya sea con lactancia prolongada o exclusiva, puede que nuestra piel sufra y se agriete al amamantar a nuestro bebé. Utiliza un aceite reparador, como Regenerum Oil, especialmente indicado para el tratamiento de las grietas en los pezones durante la lactancia e, incluso, para el tratamiento de la dermatitis del pañal. ¡Que nada te arruine esta etapa tan feliz y única!