Siempre nos gusta recordaros que siguiendo una dieta sana y variada podemos suplir todas nuestras necesidades diarias de vitaminas y minerales.
Sin embargo, durante el embarazo e incluso el postparto estas necesidades pueden multiplicarse debido a todos los cambios que experimenta nuestro cuerpo. ¡Al fin y al cabo tenemos un inquilino más viviendo con nosotras!
¿Qué nutrientes son más necesarios en este caso? Pueden variar entre cada mamá, pero los más comunes son:
- Ácido fólico: es un tipo de vitamina B que se encuentra en verduras y hortalizas de hoja verde. Además de favorecer el crecimiento de tejidos ayuda a producir ADN y previene, entre otras cosas la anemia. Las mujeres embarazadas necesitan consumir grandes cantidades de esta vitamina por lo que pueden necesitar un suplemento diario.
- Hierro: importante en muchos procesos del cuerpo, se encarga fundamentalmente de participar en la creación de hemoglobina, la producción de colágeno y en mejorar las resistencias de nuestro organismo. Lo puedes encontrar en huevos, carne, legumbres y cereales.
- Yodo: esta sustancia presente en pescados, mariscos, leche y algunas frutas y verduras participa principalmente en la producción de hormonas y en el funcionamiento neuromuscular, por lo que un nivel de yodo adecuado puede facilitar la agilidad mental.
- Vitamina D: este tipo de vitamina es tan fácil de absorber como ponerse un buen rato al sol, aunque también puede hacerse consumiendo huevos o pescados como caballa o salmón. Es fundamental para un funcionamiento normal de nuestro organismo y se encarga de facilitar la absorción del calcio diario que necesitamos.
- Ácido graso Omega 3: es una de las grasa buenas de las que tanto hemos hablado en otros artículos (link post). Analizando a los habitantes de los países donde se consume gran cantidad de este ácido graso presente en pescado, nueces y aceite de soja, se ha observado una baja incidencia de patologías cardiovasculares, por lo que podemos concluir sus beneficios a largo plazo. Además tiene efectos positivos en el funcionamiento mental.
Muy bien, pero… ¿qué podemos hacer si nuestra dieta tiene carencia de alguno de estos nutrientes o simplemente nuestras necesidades nutritivas son mucho más altas de las recomendadas?
En dos palabras: complementos alimenticios. Son perfectos para suplir las deficiencias de vitaminas y minerales cuando estamos embarazadas o hemos dado a luz. Aquellas destinadas especialmente para antes, durante y después del embarazo como GINENATAL FORTE CÁPSULAS son perfectas para que a tu organismo no le falte de nada en esta etapa tan importante de nuestra vida.