Llega el buen tiempo y con él las semanas disfrutando del sol tumbada en la playa, chapoteando en la piscina o tomándote algo en una terracita.
Y es que los días más largos y la luz solar nos permiten producir mayor melatonina y serotonina de forma natural, mejorando nuestro estado de ánimo y proporcionándonos más energía.
Sin embargo, esta época estival conlleva algunos cambios en nuestra rutina… ¡y también en nuestro cuerpo!
Te damos algunos consejos para que este sea el verano de tu vida sin renunciar a lucir espectacular por dentro y por fuera.
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Lo primero que debemos hacer es proteger nuestra piel del sol. Sigue algunas de nuestras recomendaciones a la hora de elegir el producto solar o maquillaje fotoprotector que mejor nos convenga.
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El salitre o el agua de la piscina pueden afectar a nuestra piel y cabello. Tras un buen baño de sol conviene hidratarnos la piel para evitar que se reseque. Tampoco te olvides de exfoliarte una vez a la semana para evitar la acumulación de elementos en los poros que puedan desembocar en un cutis lleno de imperfecciones. Para el cabello, una buena mascarilla facilitará que se repare de la incidencia del sol y luzca sano y brillante.
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La humedad, el calor y otros agente externos como la arena, la sal o el cloro pueden afectar a nuestra zona íntima y al pH interno, empeorándolo. Es bastante común que en esta estación aparezcan los temidos hongos, irritaciones e incluso infecciones. Para mantener una buena salud íntima durante todo el verano, recuerda utilizar una higiene intima adecuada a tu pH.
Además la gama de Cuidados Ginecológicos CLX de Rilastil-Cumlaude te ayudaran a mantener el equilibrio fisiológico natural en caso de picores, molestias, inflamaciones e infecciones.
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En los bañadores y bikinis mucho mejor si el forro es de algodón u otro tejido transpirable que evite que se acumule la humedad. Tampoco pases mucho tiempo con el bañador mojado, recuerda que la humedad es una de las principales culpables de la aparición de la cistitis y otras infecciones.