Existen muchos mitos sobre las dificultades sexuales de la mujer cuando alcanza la madurez.
Uno de ellos tiene gran calado en nuestra sociedad, planteando la idea de que cuando se abandona la juventud existe un declive en su vida sexual.
Parece ser que el “buen sexo” queda reducido exclusivamente para las mujeres jóvenes siendo estas consideradas como más fogosas y que encuentran placer y diversión en sus encuentros sexuales más fácilmente. Por supuesto que no hay nada más lejos de la realidad.
El problema de estas diferencias no se encuentra tanto en la edad y los cambios físicos asociados, sino más bien en la percepción que se tiene del sexo y de esos cambios en nuestro cuerpo.
Una mujer que haya atravesado de manera adecuada todos sus ciclos vitales incluyendo un desarrollo psicosexual sano (infancia, adolescencia, juventud, adultez y vejez) podrá disfrutar de unas relaciones sexuales plenas en su edad madura también durante esta etapa de su vida.
Un factor muy importante es el entorno. La mujer está más libre de cargas que en otras etapas vitales anteriores (hijos ya fuera de casa, menos responsabilidades laborales…).
Por eso es importante que durante esta época la mujer desarrolle una buena relación consigo misma, lo que puede impulsar su autoestima e incluso hacer que sus relaciones sexuales sean aún más satisfactorias que en etapas anteriores.
Los tiempos han cambiado y es tiempo de aceptar la imagen corporal que se tiene sobre una misma durante esta edad, dejar de lado las ideas predefinidas sobre el sexo y considerar que también puede disfrutarse de otra manera. Recuerda que es tu capacidad de disfrutar y no la edad la que define tu vida sexual.
¡No te desanimes! Porque si ponemos todos los medios necesarios, la mujer madura también puede disfrutar de una actividad sexual plenamente satisfactoria.