La dieta vegetariana es una elección personal. Se trata de una alimentación que, en su modo más estricto, excluye por completo alimentos de origen animal (carnes, pescado, huevos, lácteos, etc.)
Por lo general, una dieta vegetariana estricta difícilmente cubrirá los requerimientos diarios de nutrientes, no en vano algunos vegetarianos declarados, suplementan su alimentación con complejos ricos en vitaminas y minerales.
El principal problema que veo, es un déficit en el aporte proteico que, aunque podemos cubrir en cierto modo con proteínas de origen vegetal (soja, tofu, legumbres, cereales…), difícilmente será suficiente, por ejemplo en personas que realizan actividad física intensa.
Es cierto que en la mayoría de los casos hablamos de vegetarianos “no estrictos” (como los ovolactovegetarianos, es decir, aquellos que consumen vegetales, huevos y lácteos), en estos casos esos requerimientos de proteínas y ciertas vitaminas y minerales, se cubrirían en mayor medida.
Por tanto, yo no diría que una opción vegetariana sea buena o mala, simplemente hay que saber cuándo puedo llevarla a cabo y cuándo, quizás, no conviene tanto.