El efecto rebote es temido por cualquier persona que realiza una dieta para bajar peso.
Es una de las primeras preguntas en las consultas de nutrición, “¿Pero tendré efecto rebote cuando deje la dieta?”. La respuesta es sencilla, y es que si haces las cosas bien, no tendrás problema.
El efecto rebote, en mi opinión al menos, no es más que un “no mantenimiento” de los hábitos de alimentación adecuados adquiridos durante el tiempo de realización de la dieta.
Esto es, si durante un periodo de dieta se corrigen ciertos hábitos de alimentación de una persona, como por ejemplo adaptar las calorías a las necesidades diarias, reducir cantidades, comer más despacio, cenar ligero, evitar picar entre horas, aumentar la actividad física, hidratarse de manera adecuada, etc. y una vez finalizada la dieta no mantengo estos hábitos saludables, lo más probable es que más pronto que tarde vayamos recuperando peso, pero no nos engañemos, esto no significa que alimentos que antes me “adelgazaban” ahora “me engordan”, sino porque hemos pasado de hacer las cosas bien a hacerlas mal nuevamente.
Desterremos el mito del efecto rebote, los que rebotamos somos nosotros cuando no cuidamos de nuestra salud.