El suelo pélvico es un conjunto de músculos que cierran la parte inferior de la cavidad abdominal. Su función es sostener los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) en una posición correcta para asegurarnos su adecuado funcionamiento.
En el caso de la mujer, resulta muy importante que ejercitemos esta musculatura ya que tienden a debilitarse por varios motivos en distintas etapas de nuestra vida: puede ser en el embarazo, o en el parto, por una práctica muy intensa de ejercicio físico, por pura anatomía, etcétera. Tener el suelo pélvico debilitado puede provocar incontinencia urinaria, prolapsos (caída de la matriz), disfunciones sexuales y dolor lumbar, entre otros.
Por eso, la mejor forma de prevenir cualquiera de los problemas anteriores es anticipándonos y realizando con cierta frecuencia ejercicios de suelo pélvico antes de que pierda su tono muscular. No hace falta que estés embarazada, en etapa post- parto, o con inicios de problema de incontinencia urinaria. ¡Ponte las pilas para mejorar tu calidad de vida!
¿Cómo fortalecer el suelo pélvico?
Los ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeno, más conocidos como los ejercicios de Kegel, son unos movimientos específicos para fortalecer el suelo pélvico. Estos no requieren de un movimiento visible, ya que se trabaja la musculatura interna, así que podemos hacerlos en cualquier lugar.
Colocaremos la cadera en una posición neutra y realizaremos el movimiento de la musculatura de suelo pélvico en cuatro fases:
- Contracción y elevación de la musculatura
- Mantenimiento de la posición
- Vuelta a la posición inicial
- Relajación
Es bueno tomarte un tiempo de descanso entre serie y serie, como de unos 15 a 20 segundos. Lo importante no es cuantas veces repitas estos ejercicios al día, sino que cada día practiques correctamente cada serie.
Creo que es un tema que interesa a la mujer de hoy en día y vale la pena ampliar un poco el post.
Como consejos durante la realización de este ejercicio: tenemos que respirar con normalidad sin realizar apneas, relajar todo nuestro cuerpo, y mantener una postura alineada.
Además, en el plano sexual también es beneficioso mantener un suelo pélvico fortalecido ya que las mujeres tonificamos la musculatura vaginal, lo que supone una mejor fricción durante la penetración y aumenta la sensibilidad de la zona facilitando el orgasmo.