Salir a correr con atención plena, poniendo toda nuestra energía tan solo en la actividad de correr, aporta grandes beneficios como quietud mental, plena conciencia de tu cuerpo y una sensación de bienestar con una misma indescriptible.
El running se hizo especialmente popular hace pocos años, y ahora es muy natural ver a deportistas enfundadas en sus mallas y zapatillas coloridas corriendo por parques o asfalto a cualquier hora. Y es que además, desde hace dos o tres años los talleres y clases de mindfulness (o lo que se ha conocido siempre como meditación), también se ha transformado en una rutina para muchas mujeres.
A través del mindfulness se trabaja el control de nuestra mente: ser capaces de apartar los pensamientos que se pasean por nuestra cabeza constantemente, hasta encontrar un rincón de silencio. Como resultado; la sensación de encontrarse en un oasis de paz y felicidad.
El ejercicio físico nos libera de muchas cargas y energías acumuladas pero la mente continúa martilleándonos. Y cuando nos dedicamos a la meditación, podemos sentir una mayor tranquilidad mental pero con ello no trabajamos nuestro físico. Y…¿Si lo combinamos?
Dejar que tu cuerpo y tu mente fluyan a la vez, concentrarte sólo en la carrera, en cada zancada. Ser consciente de cómo corres, sumergirte de lleno en cada movimiento de tu cuerpo. Esto hará que tu mente dirija la acción, y conozcas lo que te motiva para salir a correr, y con qué emociones conectas.
Para que te animes a practicar el mindfulness para runners, te dejamos unos consejos para ir habituándote:
- Respira profundamente: te ayudará a mantener tu atención en el cuerpo.
- Observa mientras corres: esto hará que te sumerjas en la carrera apreciando el entorno.
- Si quieres puedes: confía en ti y en tus capacidad de superación para mantenerte en la carrera.
- Utiliza un mensaje positivo como mantra: siéntete más fuerte repitiendo una frase de motivación.